No tienen miedo a aprender

En clase. Luis Castro, de pie, en una clase de alfabetización.

Educación
Por Luis Castro

“Para aprender no hay edad, sólo hay que echarle ganas”, es la frase que expresó Rogelio Vargas, un corajudo centroamericano que a sus 60 años trata de recuperar el tiempo perdido asistiendo cada sábado a la Iglesia “San Judas” de Rockville, en Maryland, para aprender a leer y escribir.

Así como Rogelio, muchos hombres y mujeres de nuestra comunidad han “tomado el toro por las astas” y emprendido el reto de educarse para seguir creciendo como personas.

Freddy, Lucrecia, Carlos y otros, al igual que Rogelio, acudieron al llamado de un grupo de voluntarios que hace varios años organizaron el programa de alfabetización “Federico Castro”, en homenaje a mi abuelo, un gran educador peruano. En coordinación con el sacerdote Jaime Hernández, los voluntarios hicieron la promesa de contribuir con su comunidad y desde octubre del 2005 lo vienen haciendo.

Todos los sábados de 9 a 10:30 de la mañana los estudiantes acuden a las aulas con sus hojas de apuntes y sus infaltables “Pepito” ó “Coquito” dispuestos a tomar las clases . Casi todos superan los treinta años pero no se amilanan y con el orgullo de haber ganado la barrera de la vergüenza se enfrentan al reto de aprender las letras del castellano.

He tenido estudiantes que empezaron de cero, pero ahora tengo la satisfacción de ver dibujado en sus rostros expresiones de felicidad cuando pueden deletrear palabras y otros incluso ya se atreven a leer periódicos. Ver esas expresiones me hace inmensamente feliz y creo sin lugar a dudas que es mi máxima recompensa. Igual piensan el resto de voluntarios que me acompañan como Erin Boris, Andrea Muller, o el doctor Alberto.

La paciencia es una excelente compañera y es una buena aliada para comprender a los estudiantes que por su avanzada edad necesitan un especial trato. “Junto a la paciencia está la repetición y el ánimo de incentivarlos constantemente, esas son las claves del éxito en este programa”, dijo Carlos Alburqueque , director de arte de El Tiempo Latino, y otro de los voluntarios.

Acaba de culminar el período enero-mayo.

Entre taquitos, enchiladas, pupusas y otros manjares los participantes compartieron sus experiencias hablando en español.

Durante la actividad se otorgaron diplomas de honor a las estudiantes María Rivera y Lucrecia Menéndez.

“El secreto es superar la verguenza y poner mucha atención a las clases.Me siento feliz porque ahora puedo leer y escribir”, manifesto la señora Rivera.

El programa de alfabetización se reinicia este 31 de mayo. Es gratuito.
(Noticia aparecida en El Tiempo Latino de Washington DC).

Luis Castro dirige el programa de alfabetización en la iglesia San Judas, 12701 Veirs Mill Rd. Rockville.
lucasperu8@msn.com